Sula Vineyards. Los vinos de la India
- DAVID MARTINEZ MARTINEZ
- 15 nov 2020
- 3 Min. de lectura
Hoy os voy a presentar vinos de la India, en concreto de la bodega Sula.
Sula es una de las bodegas pioneras del crecimiento vinícola de la India, su fundador Rajeev Samant, volvió de Silicon Valley a su tierra natal Nasik (ahora conocida como “el valle de Napa de la India”) en 1994 con la idea de plantar viñedo en la tierra de sus padres (donde había mangos y tomates) y en 1999 fundó la bodega Sula.
Rápidamente le siguieron otras bodegas, pero hoy en día Sula es la marca embajadora del vino indio alrededor del mundo.
Le valió una astuta campaña de marketing para posicionar sus vinos suaves, afrutados y con un punto "dulzón" entre las mujeres urbanas de la india. Aprovecho un cambio generacional para acercar el “estilo de vida europeo” a las mujeres que empezaban a beber alcohol.
En pocos años posicionó Sula en el mercado indio como sinónimo de calidad (aprovechando también que los aranceles para vino extranjero son de 160%)
En tan solo 20 años, han tenido un crecimiento bestial, tienen capacidad para elaborar
12 millones de litros.
Actualmente están enfocando la bodega hacia prácticas más ecológicas y sostenibles.
El viñedo de Nashik es de origen volcánico, con zonas de tiza y diferentes microclimas, está situado a 600 metros sobre el nivel del mar y producen alrededor del 80% del vino indio
Actualmente tienen plantadas grandísimas extensiones de viñedo con variedades internacionales y están asesorados por muy buenos enólogos.
Los vinos que he catado (todos con tapón de rosca):
Savignon Blanc 2018 (12,5%): Pálido con matices verdosos, muy perfumado, limpio y varietal, herbáceo y un punto anisado. Vivo y con buena acidez en la boca, con recuerdos cítricos y herbáceos. Está muy bien elaborado, con un final ligeramente dulzón que invita a beber.
Chenin Blanc reserve 2019 (12,5%): Parte del vino a estado criado en barricas. Aún joven creciendo en la botella, aroma de fruta blanca madura, piel de cítricos, notas de frutos secos y cierta profundidad. Con volumen en la boca, redondo y con la crianza elegante en equilibrio con el alcohol. Gastronómico.
Dindori reserve Chardonnay 2019 (12,5%): Vendimia manual, parcialmente fermentado en barricas, edición limitada de 12.000 botellas. Chardonnay muy varietal y expresivo con notas de piña madura, plátano, frutos secos y una muy agradable cremosidad (mantequilla). Limpio y profundo, ligeramente mineral.
Sabroso en la boca, acidez y alcohol en total equilibrio, fruta gustosa y cremosidad presente, largo y agradable, invita a beber, también con ese final dulzón característico.
Este Chardonnay me ha gustado mucho, espero no encontrármelo nunca a ciegas porque está genial.
ZinfandelRosé 2018 (11%): Rosa pálido, con notas de fruta roja en nariz, goloso y dulzón en la boca. Amigo de los maridajes especiados y algo picantes.
Tinto Zinfandel 2019 (13%): Rojo cereza de capa media, nariz golosa, con recuerdos de mermelada, de moras, frambuesas y ligeramente especiada. Limpio.
Amplio en la boca, jugoso y con la fruta roja madura marcada. Buen equilibrio acidez-crianza-alcohol. Fácil y sin complicaciones.
Syraz 2019 (13%): Cereza intenso, capa media-alta. Aroma profundo y especiado, recuerda a la fruta negra madura, la pimienta… Muy varietal y limpio.
Con cuerpo en la boca y cierto nervio. Sabroso y equilibrado en conjunto.
En conclusión: Vinos muy varietales y bien definidos, con una excelente relación precio placer. Aquí no hay que buscar expresión de terroir ni nada parecido, mucha fruta y facilidad para beber.
Los blancos con un punto dulzón que engancha. Ideales para ese segmento de mercado juvenil que está empezando a introducirse en el mundo del vino. Pensados para platos especiados.
Nunca había probado vinos de la India a botella descubierta y la verdad es que me han sorprendido.


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